lunes, 24 de mayo de 2010

Correr por mi empoderamiento

Ayer mientras corría pude sentir una forma de despegue.

Siempre preferí practicar marcha olímpica porque estando en contacto siempre con el piso creía protegerme del destrozo que puede producir el impacto porque ya bastante hace a gravedad en una como para andar ayudándoa de esta manera tan sufrida y sudada.

Una experiencia divertida una vez en la San Fernando de Maldonado fue ver la desesperación de los hinchas ante el hecho de que una no corra, animándo, rogando y exigiendo que una corra! Vamos flaca, vos podés! Pero yo no quería.

Ahora quiero correr, quizás porque estoy deseperada porque tengo una hija que acaba de entrar en la pre adolescencia y tengo que ser un muro donde reboten todos sus conflictos, porque tengo demasiado trabajo y proyectos en progreso que desafían mi capacidad y temple y por eso y por mi imperiosa necesidad de sentir que desarrollo al máximo mi potencial, corro, apesar de mí, corro por las endorfinas y para terminar con la limitación autoimpuesta por mi pereza y mi cabeza que me dice que no hace fata, corro para conectarme con mi máximo poder cardiovascuar y cerebral además del motor, corro para sentirme libre y fuerte, corro para cumplir el deseo de correr aunque todavía no me gusute correr, lo hago para sentirme empoderada en eso que si no lo hago yo nadie puede hacer por mí.

jueves, 20 de mayo de 2010


¿ay!
Algo
más
triste que
un hombre que no pueda
alimentar a su familia?
 sí
una mujer
que no sepa
alimentar a su familia.


me río de la plata

pero:

que no me vengan a des-ir

  1. que es lo mismo comer paja que trigo.
  2. que es lo mismo hacerse la paja que comer.
  3. que es lo mismo hacer el amor que la paja.


Maldigo las cosas que parecen ser alimento

y son forma, fama, packing, business.

Mac friend,
Go home.


domingo, 2 de mayo de 2010

Estrategias pra hidratarse: excusas para superar mis limitaciones (detestar el agua es una de ellas).

Dos litros de agua al día, cuando no es verano, es un desafío que parece imposible. Lo primero que hago es decirme ni bien me levanto que hasta que no tome dos vasos de agua no puedo ingerir nada de nada,
y mientras preparo el desayuno, me tomo los dos benditos vasos. Cuando me voy a hacer ejercicio (o a limpiar mi casa o lo que sea) antes, me tomo dos vasos de agua y después encaro. Cuando llego de hacer
ejercicio, y cuando termino la tarea dura del día, antes de ducharme, me tomo dos vasos de agua y recién después me premio con el baño.

Después, siempre que siento hambre me pregunto si no será sedd. Antes de almorzar, me propongo tomar dos vasos, sólo dos. En el trabajo, cuando me estreso, me tomo cinco minutos para mí, y me tomo un vaso de agua. Cuantas veces haga falta. Y cargo siempre una botellita de medio que tomo como si fuese mi mema cada vez que no sé qué hacer, en esos espacios que antes fumaba o me comía las uñas. Antes de cenar, me tomo un vaso de agua.  Lo último que hago es recordarme que el secreto de belleza más barato es un buen descanso, pero si no tomo agua no funciona, entonces, antes de irme a la cama, con los dientes limpios, me mando los últimos dos vasos. Y a embellecerme entonces! Si no me puedo dormir tomo agua. Y junto a la cama tengo una botella de agua siempre llena y tomo agua después de tener orgasmos, ahí sí, con ganas. Aacostarme con la panza llena de agua me ayuda a madrugar, porque si no me levanto me hago pis! Si no me quiero levantar tomo agua.

También tomo agua cuando me dan ganas de matar a alguien, cuando siento que necesito una lobotomía o medicación psiquiátrica, cuando quiero huir de mi vida y de mí, evadirme o anestesiarme  o que me internen, cuando siento que todo el mundo está en contra mía y es un complot para que yo fracase, tomo agua cuando me siento agotada y me dan ganas de morirme o cuando tengo la sensación de que no voy a poder con algo. Tomo agua cuando me siento gorda y tomo agua cuando me siento vieja. Tomo agua cuando me peleo con mi hija y cuando mi madre no me aprueba. Tomo agua cuando siento envidia de que el césped del vecino es más verde que el mío. Tomo agua cuando tengo el corazón partido. Tomo agua cuando me siento una perdedora y así al menos cuando tomo agua me siento una ganadora, al menos en lo que a hidratación se refiere.

Y así la voy llevando...

sábado, 1 de mayo de 2010

Smart food: estrategias sostenibles de vida eficaz y feliz.

La conciencia de que elijo mantenerme viva día a día y de que tengo proyectos personales por delante como para cincuenta años más, y lúcida, hace que si bien me despida de mis seres queridos cada día como si pudiese ser la última vez dando unos abrazos que en un caso llegaron a fracturar un par de costillas (abuela Dorita cómo te amo!), como como si creyese en la vida eterna.

Por eso, a pesar de mi buena salud y estar en mi peso óptimo, intento comer como si fuese a vivir cincuenta años más, por si tengo que seguir con este mismo hardware sin garantías (o garantía vencida, de hecho ni manal me dieron y no encuentro el contrato!). Asique me invento maneras de que, a pesar de mi deseo lujurioso de comer cosas que me den placer y a mi lengua el resto de mis intereses como el buen funcionamiento de mi sistema operativo, mi rendimiento físico o mi humor (qué mal se pone cuando estoy con el hígado sobre exigido), a éste músculo insaciable, e inmaduro (blando como ningún otro, pero vamos a reconocerle un mérito a mi lengua, y es que en general no tiene pelos), le importan muy muy poco, pero como puedo y cuando puedo, recurro al engaño y la omición, ninguneando sus demandas, porque un órgano tan pequeño (en comparación con mi cerebro, por ejemplo) no va a decidir mi salud, con motivaciones tan infantiles como la gratificación inmediatista, el capricho, la moda y esas cosas superficiales. Asique, a llorar al cuartito, en este cuerpo se come lo que yo digo (en general, no voy a exagerar, porque la niña Cecilia me monta cada escenita que ni te cuento, y termino cada tanto dándole gustos que después cargo en mis partes destinadas a guardar reservas (pompis y panza, inicialmente, aunque la grasa se distribuye con una eficacie que bien quisiera yo tener para moverme en el campo del arte y en el mundo). Y destesto ese sentimiento de que me pesan las sentaderas.

Y cómo mínimo por esta razón no como sitemáticamente para lo que no tengo en casa ni compro crema doble, embutidos, galletitas ni panes industriales blancos, dulces industriales, helados, alfajores, golosinas (sólo como chocolate y amargo), grasa animal, fritos, margarina (sí manteca, nadie es perfecto!), ni ninguna grasa trans (sino no puedo parar!), dulce de leche ni bizcochos. Y cómo hago para no marchitarme en el intento? Cómo me divierto? Cocinando mis inventos! Si quieren acompañarme, sigan visitándome, que iré posteando estrategias sostenibles de nutrición eficaz y feliz: Smart food. Salud!